Hogar dulce hogar

Llevaba allí dentro una vida entera. Al principio pensaba que aquello sería temporal, pero cuando vio que pasaban las semanas y nadie le preguntaba, empezó a adaptar aquello a sus necesidades. Una cama, armarios, un sofá, libros y algunas fotos era todo lo que necesitaba para transformarlo en su hogar.

Entonces, justo cuando ya estaba totalmente instalado, apareció una mano por el techo, lo cogió por la orejas y lo sacó. Un montón de gente se puso a aplaudir. Cuando se dio cuenta de lo que ocurría se escabulló como pudo, se metió de nuevo en su casa, se puso elegante y volvió a salir. Para una vez que lo hacían trabajar, al menos estaría guapo.

Notas - 2 notas

  1. Micaela dice:

    Uf… menos mal que no lo desahucian, qué susto.

  2. Senor Ocre dice:

    No, no! El sombrero es suyo 🙂

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